Las nuevas tendencias han cambiado casi todos los aspectos de nuestras vidas y los relojes no se han escapado a esa transformación.
La relojería suiza es una de las grandes perjudicadas por todos estos cambios, acompañados también de una crisis de identidad, no se han actualizado de manera suficientemente rápida al mercado que cada vez es más exigente e innovador.
Hoy en día el universo de los relojes está marcado por tres puntos: la ostentación, la singularidad y los Smart Watches.
La ostentación ha dejado de ser una de las características de los relojes. Excesos de brillo, gemas y otras piedras marcaron un estilo que hoy en día no es valorado de la misma manera. En España hace una década se vendían relojes que hoy en día ya ni se ven en una muñeca. A pesar de esto, la grandes marcas suizas aún producen estas líneas de ostentación y distribuyen stocks a través de los concesionarios oficiales.
La singularidad es sinónimo de personalidad, y hoy en día las personas adquirimos un estilo único y buscamos productos con los cuales nos sintamos identificados.
Los Relojes Vintage son una gran alternativa ya que por estar fuera de producción adquieren un alto valor y son difíciles de encontrar. En estos relojes podemos encontrar verdaderas joyas: relojes mecánicos, los primeros automáticos e incluso con esferas originales. Éstos relojes con un buen mantenimiento son tan precisos como el primer día.
Los amantes de los relojes los prefieren por que saben que son difíciles de conseguir y de precios elevados, una inversión a largo plazo que se revaloriza.
Pequeñas compañías relojeras de producción limitada han entrado a jugar un papel clave, con relojes singulares y estéticamente atractivos, diferentes productos con precios asequibles, buen servicio y buena distribución en Europa.
La industria suiza no se ha quedado atrás en este tema y a pesar de sus esfuerzos por ganar mercado en este sector, lanza novedades que llegan tarde y a cuenta gotas creando deseo, pequeñas tiradas de colecciones de éxito, haciendo muchas veces la espera en una tortura que el consumidor no se merece.
El último integrante de este sector es el del lujo. Un reloj de 20.000€ si uno dispone de los recursos es fácil de comprar y con unos descuentos espectaculares, el lujo es singularidad, y la relojería Suiza es mayormente un producto de cantidad.
Los Smart Watches son el paso más allá, no sólo son relojes son elementos tecnológicos que nos permitan sacar mucho más provecho. Están en pleno crecimiento con un gran futuro. Cabe destacar el Apple Watch que es líder del mercado y más allá del producto que en sí es sexy, hay otros factores que potencializan: el concepto, la marca, las sensaciones. Éste producto es capaz de transmitir cosas diferentes además de sus prestaciones: un tono de despertador, una nueva descarga etc…
Una de las grandes ventajas de estos productos es la personalización, desde el aspecto físico hasta las aplicaciones que tenemos instaladas.